Los verdes prados del Principado de Asturias representan el entorno ideal para la cría de las razas autóctonas del Principado de Asturias: Asturiana de los Valles y Asturiana de la Montaña, que están adaptadas a este territorio desde tiempos inmemoriales, contribuyendo a la creación del paisaje y formando parte de su cultura.
Los ganaderos adscritos a la Indicación Geográfica Protegida crían a sus animales como siempre se hizo, siguiendo un sistema de manejo tradicional basado en el amamantamiento natural de los terneros, el pastoreo y el cebo con alimentos naturales.
La carne amparada por la IGP “Ternera Asturiana” es, por tanto, sinónimo de calidad.