¿Qué se puede hacer en un comercio más allá de mirar y remirar o salir cargado de bolsas? En una Barcelona cada vez más tomada por las multinacionales y las franquicias en sus principales zonas comerciales, la única manera de marcar la diferencia es con el valor añadido que aporta una tienda o espacio donde un viajero atesore recuerdos de la ciudad. No necesariamente físicos, tal vez un sabor, un olor o una sensación, que ahora se afanan en procurar decenas de establecimientos participantes en el nuevo programa Shopping Experiences, promovido por Turismo de Barcelona.
Publicado por: El Periódico