Salvaguardar el comercio tradicional está en nuestras manos. Vale que las tecnologías aportan un plus de comodidad que se concentra básicamente en Internet. Pero donde esté la vida de barrio, calle y ciudad, los lugares en que se localizan nuestras tiendas, que se quiete todo lo demás. Y sí, su supervivencia depende de no olvidar que forma parte de nuestra cultura comprar donde vivimos.
Las urbes deben tener movimiento y alegría en sus calles, y como mejor se aprecia es con la gente entrando y saliendo de las tiendas.
Nada que objetar a los cambios, aunque lo más importante siempre será no perder las raíces de nuestra cultura y costumbres. Y eso conlleva, evidentemente, entrar y compraren las tiendas de toda la vida
Autor: Miguel del Rio.